lunes, 17 de octubre de 2016

POEMA INEDITO DE MARIO RONY MORENO

TAXI

Habría que recorrer Manhattan.
Quizás en taxi amarillo.
Quizás caminando.
Mirar a la gente pasar, 
deslizándose entre nubes de indiferencia,
evitando cualquier gesto de intimidad.

Una bicicleta se pierde en el desconcierto de la avenida..
Nos detiene la luz roja del semáforo. Nos asfixia el trafico.

Debajo del asfalto existen unos dragones mecánicos.
No aman. No odian. Son leyendas que van y vienen sin tregua.
Números y letras.
Su destino es perseguir la ciudad de Nueva York.
Llevar y traer gente de condado en condado.

Allá arriba pasa un gigante tubérculo. 
Park Avenue dice un rotulo que apenas se deja ver.
Adornan la avenida muchas flores y puertas cerradas.

Por la esquina hago una derecha y sigo hasta perderme
En el ruido de Times Square.
La publicidad y la buena moral colgada en los aires,
se encargo de extinguir los Sex-shops,
apagar la luz roja y ahorcar la fantasía. 
Ahora miles de ojos enajenados,
navegan complacidos en un mar de luces virtuales, 
figuras de Disneyland y desnudas.
Turistas en busca de Spider-man y un saxofón que no lo calla nadie. 

Broadway el show debe seguir: había una vez en un lugar cerca de Chinatown.
Moondace, un excéntrico y talentoso mesero invento un musical.
Se convirtió en éxito taquillero, aunque nunca pudo ni tan siquiera ver su debut.
Jamás despertó y ahora duerme eternamente en un cementerio de Brooklyn.

Incienso y chillidos de llantas perfuman el entorno.
El Empire State Building nos sigue con su omnipresente mirar.
Entre gritos de sirenas cíclopes nos devoran, 
nos convierten en plástico.  



Mario Rony Moreno nació en El Salvador. Radicado desde los ochenta en New York, es cocinero de procesión. Pintor de vocación. sus escritos han aparecido en antologías, periódicos y revistas. Tiene publicado el poemario "La Ventana al Revés ".

martes, 20 de septiembre de 2016

EXTRAÑO, POEMA INÉDITO DE DANIELA PASIK

Extraño
                                                                                                                                                Para M.S.

Cuándo fue que me fui
endureciendo hasta perder
la capacidad de hacer dibujos
de las cosas en cuadernos.

Nosotros dos fuimos una casualidad
constante dijiste que éramos postnucleares, creí
que ibas a resistir como las cucarachas
horrible indestructible aerodinámico
igual a mí que te hice ventana
cuando eras mi espejo.

Una vez inventamos un hijo
de papel celofán lo chamuscamos
le dimos forma con fuego
hasta amarlo ponerle nombre, creí
que eso nos hacía ser los padres
de algo estábamos atados.

Cuándo fue que me fui
adaptando hasta perder
la necesidad de buscar
la fiesta perfecta yo quería
ser nosotros dos en un rincón
y afuera el mundo.

Un día el hambre nos avisó
que hacía falta salir vos no escuchaste
el mensaje porque filtrabas
las llamadas del contestador no teníamos
celulares dispositivos electrónicos nada
igual siempre me encontrabas
en las esquinas entre la gente y resistíamos
como las cucarachas nosotros dos.

Salí sola y me quedé encerrada afuera.
Ahora veo la mancha de humedad en la pared
tiene forma de problema a resolver, creí
que iba a poder transformarla en un juego.
Cuándo fue que me fui no encuentro
a mi multitud me perdí en el mundo no resistieron
la guerra nuclear ninguno sobre todo vos
y entonces corro aterrada cuando se ilumina el cuarto
soy un bicho raro que persiste
como el insomnio. 



Daniela Pasik es porteña, publicó cuentos en algunas antologías, por ejemplo De Carne y Hueso en Taco Aguja (Pelos de Punta, 2016) y Las putas Fiestas en 40 grados a la sombra. Diez relatos calientes escritos por chicas (Planeta, 2013), y libros de investigación como Porno Nuestro. Crónicas de sexo y cine (Colección Ficciones Reales, Marea Editorial, 2014). También es autora de la nouvelle Inicio (Colección Temporal, EDUVIM, 2011), el poemario átomos (Tiramisú, 2010), la investigación Hacerse (Grijalbo, 2010) y la micronovela Historia de una chica que se enamoró de un pez (Editorial Funesiana, 2009). Coordina talleres de narrativa, trabaja como periodista en varios medios nacionales como Rumbos, Brando y Elle. Escribe cosas en cuadernos. Y en los azulejos de su cocina. Y en algunos blogs. Y en servilletas de bares. Si tiene suerte, algo de eso se convierte en un cuento. O un poema.

viernes, 16 de septiembre de 2016

NINJAS, POEMA INÉDITO DE ALEJANDRO MENDEZ

NINJAS

La entrada del cine incluirá
una docena de ninjas silenciosos
que nos exigirán apagar el celular,
o ajusticiar la última golosina.
Serán asalariados informales
vestidos de lycra negra
sin conocimientos de matemáticas,
artes marciales o astrología
pero dispuestos a vigilar.
Estará prohibido caminar
sobre el piso del ruiseñor,
como en el palacio Ninomaru
donde las pisadas suenan
como el canto de esos pájaros.
Agazapados en las butacas,
el músculo censor en vigilia,
ninjas celadores del decoro
nos negarán el saludo y hasta
el vaso de agua para que sólo
nos dediquemos a mirar.


Alejandro Méndez nació en Buenos Aires, el 23 de Agosto de 1965. Tradujo a Francis Ponge El Asparagus (Jimmy Jimmereeno. Buenos Aires. 1993). Publicó los siguientes libros de poesía: Variaciones Goldberg (Ediciones del Dock. Buenos Aires. 2003); Medley (Suscripción. Larga distancia. Barcelona. 2003). Tsunami (Crunch! editores. México. 2005). Chicos índigo (Bajo la luna. Buenos Aires. 2007). Cosmorama (Ediciones Liliputienses. Cáceres. España. 2013. Determinado Rumor. Buenos Aires. 2015 -2da edición, formato e-book-). Pólder (Bajo la luna. Buenos Aires. 2014). Coordina la primera curaduría autogestionada de poesía contemporánea argentina: www.laseleccionesafectivas.blogspot.com. Su blog personal es: www.chicosindigo.blogspot.com

lunes, 25 de julio de 2016

POEMA INÉDITO DE GRISELDA GARCÍA!!

El negro del mar


Una madrugada fui a la playa
me saqué la ropa y me metí al agua
empecé a nadar y nadar.
Me debo haber adormecido
no sé cuánto tiempo pasó.
Cuando reaccioné estaba muy lejos de la orilla
me había envuelto una corriente
sentía oleadas de agua más fría, más caliente.

Nunca le conté a nadie esto, no me creerían.

Comencé a percibir manchas negras
más negras que el negro del mar
se movían lento, venían hacia mí.
Era un grupo de ballenas jorobadas
en viaje migratorio hacia el sur.
Sentí terror y supe que iba a morir.
Imaginé que una abría la boca y me succionaba
en una muerte lenta como en los cuentos infantiles.

A su paso el mar se inflaba y me elevaba
al bajar, se hacía un hueco en mi estómago.
Paralizado, sin poder decidir, empecé a llorar.
La ballena es mi mamífero preferido.
De chico soñaba que me agarraba de su cola
y paseábamos y conocíamos mundos nuevos.
Pero entre bufidos y cantos extraños
pasaron a mi lado como si yo no estuviera ahí.
Se fueron alejando y el agua quedó en calma.
Cuando pienso que estuve entre ellas
siento que nunca viví algo más terrorífico.

Así son los sueños, llegan en forma inesperada.

Nunca le conté a nadie esto, no lo creerían

pero vos sí, ¿no?

Poema del libro en imprenta Ahora (Ediciones Del Dock, 2016)




Griselda García es escritora y vive en Buenos Aires, Argentina. Publicó los siguientes libros: Alucinaciones en la alfalfa (2000), El arte de caer (2001), La ruta de las arañas (2005), El ojo del que mira (2009), Hallucinations in the Alfalfa and other poems (traductor: Hugh Hazelton, Wolsak y Wynn, Canadá, 2010) La madre del universo, (relatos, 2012), Mi pequeño acto privado (Barnacle, 2015) y Ahora (Ediciones Del Dock, 2016). En 2013 estrenó el corto Blanco (co-directora y guionista) en el Festival Internacional de Cine de Venecia. Se dedica al dictado de talleres de escritura creativa y al seguimiento de obras literarias en progreso. Dirige la colección de poesía “La verdad se mueve” de Ediciones Del Dock.

martes, 12 de julio de 2016

POEMA INÉDITO DE MARTA CWIELONG

Se fue el día
en forma lenta.
Sólo me senté en la roca
El río murmulla.
No hace falta cerrar los ojos
todo tiene una misma letanía.
Siempre el agua en este codo
chocará contra la piedra
más gastada cada vez.
Una tarde olvidaré la senda
que me trae su quietud
a tanto desasosiego.

Del libro, también inédito, Memorias del hambre.

Marta Cwielong nació en Longchamps el 28 de enero de 1952. Ha publicado cuatro libros de poesía (Razones para Huir en 1991, De nadie en 1997,  Jadeo Animal en 2003 y  Morada en 2007). Ha aparecido en varias antologías. También ha participado en numerosos festivales de poesía, entre los que cabe mencionar el Festival Latinoamericano de Poesía de Rosario y al Festival Internacional de Poesía de Medellín. Es colaboradora de la Revista de Poesía La Guacha y editora del sello Libros de Alejandría. Ha sido parcialmente traducida al, polaco, francés, catalán y al italiano.

miércoles, 15 de junio de 2016

BREVE RECORDATORIO DEL XI FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE BUENOS AIRES


Entre el 7 y 11 de junio de 2016 se llevó a cabo el XI Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires. Los lugares elegidos para desarrollar el evento fueron, principalmente, el Centro Cultural Kirchner y, en segundo lugar, el Mercado del Progreso y la sede de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA). Fueron 35 los invitados, locales y de otros países como Bolivia, Chile, México, Brasil, Portugal, España, Italia, Canadá, Dinamarca, Holanda, Suecia, Turquía, Japón, Corea del Sur, India y la participación, por primera vez, de Rusia y de Líbano. De ese número, 17 fueron vates femeninos. Además, el segundo día se sumó la poeta rusa Olga Anikina, esposa del coterráneo Dmitry Legeza. Las mujeres tuvieron una impronta muy luchadora: desde la coreana Moon Chung-hee (con su poema Historia de la casa encontró razones para explicar la invasión y la persecución al sexo débil), la chilena Malú Arriola (con su poema El Brazo relató por qué una mujer que escribe daría todo por su amor, menos su brazo: “El brazo con el que es­cribo no se lo doy a nadie, si me deshiciera de este brazo moriría atragantada”) hasta la sueca Lina Ekdahl (con su poema No juegues con el idioma develó un mundo sin libertad). La frutilla del postre fue la poeta Mirta Rosenberg en el cierre, quien leyó poemas de un libro que está tratando de armar: Cuaderno de oficio. “Trata de mostrar mi vínculo cotidiano con la poesía”, dijo y fue aplaudida largamente. Asistir a un festival de tamañas dimensiones es pasear por una babel de idiomas, sí, pero también por un sinfín de sentidos. Podemos divisar “una lluvia de flores amarillas” (Marina Serrano, Argentina) o “30.000 desaparecidos y tumbas esparcidas por todo el territorio nacional” (Numy Silva, Paraguay), pasear por los 31 días del mes en un sólo poema (Thomas Boberg, Dinamarca), ponernos en el lugar de un vampiro (Benjamín Chávez, Bolivia) o soñar con mulas en el Himalaya (Yuyutsu Sharma, Nepal). Podemos, también, encontrar variedad de estilos: desde los poemas románticos de Claudio Lo Menzo (Argentina) hasta textos de un complejo neobarroso europeo (Luís Serguilha, Portugal). Podemos perdernos en un laberinto de poesía de la buena, de esa que nos invita a dejar de ser indiferentes. 

(Este artículo se escribió para Facebook y el diario barrial “El Chasqui”).

POEMA “EL BRAZO”, DE MALÚ URRIOLA

Cuando no estás me faltas como si me faltara un brazo, daría un brazo por no sentir esta falta... daría un brazo, pero no el brazo con el que escribo. El brazo con el que es­cribo no se lo doy a nadie, si me deshiciera de este brazo moriría atragantada. Este brazo es el que aprieta mi vientre, el que hunde su mano en mi garganta para que las palabras salgan, porque mi brazo sabe que las palabras son como trozos de carne que me atoran, si no tuviera este brazo tampoco podría hablar, porque este brazo es mi lengua, con este brazo puedo decir lo que la lengua se calla, podrían cortarme la lengua pero no el brazo, por eso no siento ningún miedo cuando tengo la lengua dentro de tu boca, porque aunque la arrancaras me quedaría este brazo. Con este brazo me sostengo, con este brazo lucho cada día. Cuando me pierdo es este brazo quien me encuentra, cuando me desespero es este brazo quien me calma, este brazo es mi memoria, este brazo es quien me saca a flote, quien jala de mí, quien me aturde para arrastrarme hasta la orilla, este brazo se compadece de mí más que nadie, me saca el agua que he tragado, me golpea el corazón para que ande, si no fuera por este brazo no sé qué sería de mí, por eso sigo a mi brazo, porque este brazo es capaz de encontrar lo que yo no hallo, por eso es él quien escribe, porque si escribiera yo, no encontraría las palabras necesarias, en cambio mi brazo es exacto, porque mi brazo sabe que si no soy capaz de resistir, que si me agoto de ver todo el tiempo lo mismo, que si me canso de escuchar las mismas pa­labras idiotas, que si me harto de ver a la misma gente como en un cinematógrafo de barrio, que si me aburre ver con mis ojos sus ojos pajes desesperados de fama, de una fama gris de estrella de cinematógrafo de barrio, porque mis ojos se cansan de ver tanto, todo igual, repetido, mi ojos se hartan tanto que se harían sal si vieran que algo nuevo pasara, porque esta ciudad se detuvo antes que llegáramos yo y mi brazo, esta ciudad sombría ya no se desempaña, esta ciudad es inalterable, esta ciudad quisiese ser rubia, esta ciudad quisiese beber whisky cuando se muere de hambre y si este brazo no fuera fuerte nos habrían arrancado medio pedazo, pero a mi brazo nada de esto lo derrumba porque mi brazo es ciego, mi brazo es sordo, mi brazo sólo escucha la sangre de él. Sabe que cuando no dé más deberá tomar la empuñadura y rajar la muñeca de mi otro brazo, sabe que aunque son pares sólo él puede hacerlo, sabe que él será el último en abandonar, lo sabe, como sabe también que será capaz de dejar de escribir porque escribir me daña a veces, mi brazo sabe que escribir daña porque es él quien escribe, cuando mi brazo escribe sabe que está doliendo, quemando, sabe que me revuelvo toda, por eso mi brazo dejaría cualquier cosa para calmarme. Es este brazo quien te olvida, no yo, porque mi brazo sabe que estando juntos somos capaces de resistir tu falta, que podemos trazar tu recuerdo, en cambio si me faltara este brazo yo me quedaría muda, me quedaría postrada, no podría resistir, no podría, por eso no te doy este brazo ni se lo daría a nadie, porque este brazo es el único capaz de librarme de mí. 



Del libro “Hija de Perra”, de Malú Urriola. 1998, Editorial Cuarto Propio, Curandera Ediciones.

domingo, 3 de enero de 2016

La torre, poema inédito de Graciela Aráoz

La Torre
Camino hacia mi amante
me mira
desvío la impiedad
sigo
quisiera que la memoria fuera
un laberinto
una última vez
aquel día en el altar y él ¿dónde?
El barrio chino
París, Londres
y un loco del amor hablando
dice:
“¿el olvido existe?”
Byron y Shakespeare lo miran

Mi amante allí
sigo
Mi ropa quedó en una maleta
el olvido
ese último rostro
aquella piel oscura
la última, la penúltima
inocencia.
Camino hacia mi amante
nos abrazamos
y el loco riéndose me dice:
“no hay nadie. Son tus brazos
Y el aire”.





Nació en Villa Mercedes, (San Luis). Es profesora en Letras y Licenciada en Filología (Sección Hispánica). Actualmente es la Presidenta de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina, (SEA) y Directora del Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires

Ha publicado varios libros de ensayo y poesía. Ha obtenido el primer premio de poesía “Vicente Aleixandre”, “Carmen Conde”, “Tiflos”, todos ellos en España, y ha sido traducida a varios idiomas: francés, japonés, turco, alemán, portugués, croata y ahora su último libro de poemas, “El protegido del ciervo”, editado por Último Reino, está siendo traducido al italiano, francés y turco.