sábado, 13 de diciembre de 2014

LA PESADILLA

Dos perros inmensos estaban sentados cerca de la puerta. Tenían los ojos desorbitados, estaban vigilantes y en alerta. No dejaban de mirar por debajo de la puerta. Parecía que esperaban algo. Si se sentían pasos del otro lado, gruñían. El humo de la pasta base invadía el lugar. Mi corazón a punto de explotar me repetía que uno de los canes me mordería en la cara. Estaba petrificado en una silla. Algunas moscas daban vueltas alrededor del único foco de luz. “Están tan duras como los perros”, me decía para mis adentros. A los costados de la habitación sin baño, varias botellas con orines. El afuera era peligroso y si abandonabas el lugar tenías que dejar todo adentro. En la mesita llena de cigarrillos, fósforos y tabaco desparramado nos esperaban demasiados ketes de pasta. “Quedan pocos tragos de anís, seguro que van a querer mandarme a comprar a mí y no creo que pueda salir”, pensaba. Se sentía con fuerza el sonido de las olas de la mar brava.    Ir al Callao no era para cualquiera. Mucho menos meterse en esa barriada. Éramos cuatro almas en pena que lo único que hacíamos era armar y fumar dentro de esa sucia casilla de chapa y madera. Nadie hablaba. Ellos, a veces, jugaban a las cartas. Y yo no sé jugar eso. Los perros me atacarían. Y, afuera, me esperaban los otros fantasmas para dejarme desnudo.    Y, de remate, la policía me molería a palos. Luego me titarían en una sucia celda. Por momentos deseaba que termine esa pesadilla, pero el sabor de ese humo era más fuerte que yo.


Jorge Luis Bretoneche Fernández nació en Lima, Perú, el 19 de octubre de 1961. Licenciado en Amor a la Vida, eligió Argentina como su lugar en el mundo.

miércoles, 6 de agosto de 2014

PARA GUIDO MONTOYA CARLOTTO -IGNACIO HURBAN


Con todo mi corazón, con la certeza de que el amor vence al odio.

jueves, 26 de junio de 2014

El legado de la militancia, entrevista con Víctor Heredia

Entrevistas: El legado de la militancia
Enviado el Viernes, 11 de Junio del 2004 (18:15:18)
Libros y Revistaspor Amalia Gieschen

Imposible no enamorarse de él. Sus ojos húmedos, su sonrisa familiar, esa disposición primero cansada de tanto periodista suelto, después interesada de tanto análisis y, finalmente, exigente de continuar conversando. Su nuevo libro, "Alguien aquí conmigo", se enmarca dentro de una reciente serie de novelas (por ejemplo, La noche más polar, de Daniel Tevini) que indagan desde la poética el sentido de la existencia de los desaparecidos.

La consigna que me impuse fue no conversar sobre su vida privada. No para alejarme del autor sino para percibir de cerca sus verdades más profundas, nacidas de las experiencias reales que ya todos conocen: una hermana embarazada y un cuñado desaparecidos durante la última dictadura argentina. El encuentro entre esta periodista y este excelente escritor fue el encuentro de una generación que pregunta a la anterior. Víctor Heredia responde.

¿Alguien aquí conmigo fue un libro muy elaborado?

Alguien aquí conmigo se trata de una novela que escribí hace cuatro años y que recién en el 2003 llegó a Editorial Norma. Tardé unos cuatro años en decidir cómo y desde dónde podía contar aquello que tenía ganas de contar. La obra no está formada por un sentido musical, sí en cambio por un lenguaje poético que me permitió resolver un tema extremadamente difícil de abordar como lo es la detención ilegal y secuestro y tortura de un muchacho militante, Miguel Artori, a manos de un grupo de tareas de la última dictadura militar. Me ubiqué desde ese lugar personal porque sentí que no correspondía ahondar en detalles truculentos ni mucho menos relatar sucesos que quizá ya se han descrito en libros más duros y más complejos, relacionados en mayor medida con el orden de lo jurídico, como el Nunca Más. Entonces, lo que escribí fue una novela de ficción basada en un hecho real, doloroso para los argentinos..

En realidad, no me refería a una elaboración técnica, sino a una elaboración interna, que puede haber empezado el mismo día en que terminó la dictadura.

─Ah, entiendo. Esto se dispara en el momento de las amenazas a la Triple A a los artistas en 1975, después recrudece con la desaparición de mi hermana embarazada en julio del 76 y me acompaña desde ese momento hasta ahora. Así que, imaginate, desde el 75 hasta ahora hay todo un proceso de elaboración. Incluso hay una primera novela escrita que se llama Banderas de la Primavera que es un mamotreto...

¿La escribiste vos?

─¡Sí! Incluso sigo escribiendo, estoy trabajando sobre la historia de una familia marginal actual, de una saga familiar. Es un mamotreto todavía. Esta que editó Norma es la primera editada pero es la quinta escrita. Banderas de la Primavera es quizá la que le dio nacimiento a ésta, porque fueron los primeros intentos de escribir sobre un tema que muy complicado de abordar, porque no lo podes hacer desde el alegato sino desde la humanidad, no lo podes hacer desde el panfleto sino desde la sensibilidad, y a mi me resultaba muy complicado sacármelo de encima, literariamente, de alguna manera. Ya no por hacer catarsis, sino porque tenía necesidad de expresar quienes fueron los que sufrieron esa circunstancia horrorosa que es la de la detención, la violencia emanada del estado y la desaparición posterior a la muerte. Yo creo que el proceso de elaboración nace con el primer gesto de represión.

La historia de Alguien aquí conmigo está tratada desde la segunda persona. La voz de ese narrador es omnisciente o intenta reconstruir algo (los últimos días de un desaparecido) que en realidad no sabe como ocurrió.

─Yo diría que es una segunda admonitoria antes que una voz omnisciente, porque está manejada desde el punto de vista técnico y literario adrede. Todo el mundo sabe que es muy difícil mantener una segunda y sostenerla durante un trayecto tan largo como una novela. Lo asumí en principio como un desafío y aún cuando pareciera ser que todo lo sabe, esa voz, que podría ser un subconsciente o una conciencia, tiene una necesidad imperiosa de debatir con Miguel. Nunca deja de ser omnisciente pero la obligación de debatir porque aparece en un estado confusional muy grande, con los recuerdos confundidos, con algunas verdades preconcebidas que la voz le va señalando.

Incluso lo critica en un momento. ¿La muerte está vista como un acto de libertad?

─La muerte es como una enfermera en este caso. Yo opté por la muerte porque es la que acompaña en general a los agónicos. El trayecto en el que comienza este debate del que hablábamos es muy cortito en el tiempo, sucede en apenas unos pocos días. Entonces yo me pregunto: ¿qué es la muerte? Porque en definitiva esta segunda voz de la que vos hablabas lentamente deja de tener una personalidad para mezclarse con la conciencia de Miguel y termina cayéndose con él. Yo me incliné siempre por la muerte. El debate establecido es una conversación demasiado profunda y quién menos que la muerte para saber todo lo que nos pasa. Y en que momento estará definitivamente con nosotros.

La muerte como un canto a la vida.

─La muerte celebra. La muerte celebra con Miguel lo que ha vivido Miguel. Esos veintisiete años de Miguel están llenos, como veras, llenos de cosas extraordinarias La muerte lo ayuda a Miguel a celebrar su vida y hacerle entender que lo que hizo está bien porque no hay otra forma de vivir mas que la que tiene Miguel.

Hay una gran abismo entre Miguel y la sociedad. Los verdugos lo ponen frente al televisor, a ver un partido del mundial de fútbol, que es lo mismo que enfrentar a una sociedad desmemoriando todo para sobrevivir con Miguel que está recordándolo todo para sobrevivir.

─Eso es lo que provoca la novela, una suerte de puja entre la memoria de Miguel, la memoria que pretendemos hoy los argentinos y la ignorancia de todo lo que sucedía en la sociedad en aquélla época. Son tres vertientes. De cualquier manera, lo que trata concretamente el diálogo entre Miguel y esta segunda omnisciente es exactamente su necesidad de reconstruir su vida y de establecer un debate que en la sociedad actual y en la anterior tampoco se dio. Miguel no tiene con quien hablar, está sólo, no hay nadie de afuera, está hablando consigo mismo.

En el marxismo de Miguel también se ven las aristas más humanas de la militancia. Miguel dice que los marxistas también son fetichistas. Eso a Miguel lo hace más bien entrañable que criticable. También se lo cita a Lenin y se habla de Marx como de Dios.

─(Risa) Las reglas y los preceptos marxistas en el devenir de la historia sirven para entendernos y para entender la realidad propuesta por el capitalismo. Creo que no hay estructura ideológica que sea capaz de manifestar con mayor claridad lo que nos pasó con el marxismo, con el materialismo dialéctico. Es una exageración cuando uno de los compañeros de Miguel le dice: “pero entonces es como dios”. Miguel se queda pensando, esto es una barbaridad, esto que están planteando en realidad es una ideología que tiene una perfección extraordinaria desde el punto de vista del análisis científico.

No hay ninguna otra ideología que la supere.

─Es más, ha sido muy utilizada...

Por los neoliberales.

─Sí.

Sabés que tu novela la leí en un día, me la dieron ayer. Fue mucha información para una lectura de cinco horas, sin embargo percibí un debate interesante en el que se podía conocer cómo era la militancia.

─A mi me dicen que la quieren releer porque tiene “todo esto”... Para ustedes los más jovencitos yo te diría que es casi esencial porque es entrar en un mundo que nunca se menciona, porque en general a los militantes a los desaparecidos a la gente que fue parte de la resistencia en esa época se los visualiza desde un lugar casi heroico cuando en realidad eran absolutamente humanos, con muchos conflictos, y yo creo que eso los mistifica tanto que los hace desaparecer.

¿Este debate entre Miguel y la voz es un intento de que los jóvenes tomen la posta o que conozcan la realidad y la cierren?

─Que conozcan la realidad es un paso, que saquen conclusiones es otro, y que accionen en base a esas conclusiones es otro más. Deseo que Alguien aquí conmigo sea bien recibido, en especial por el lector joven, deseo que los jóvenes accedan a este fragmento de la historia latinoamericana protagonizada por una generación que fue capaz de morir por sus ideales.

Pienso que después de veintidós años, regresó a tocar su música, voz del pueblo latinoamericano, en La Trastienda, a pedido del público. Pienso en la gente de mi generación que lo busca como una pregunta busca su respuesta.

¿Vos sos conciente de que la novela llegó justo cuando los setenta están al pie del cañón a la hora de debatir? 

─Es una casualidad, si una novela no llega en el momento que uno quiere, llega cuando puede. En realidad, para mi no hay situaciones casuales, hay causalidades, y esta cuestión causal que provoca que la novela aparezca justo en este momento, cuando muchas personas de esta sociedad están empeñadas en rescatar la memoria, en poner en el lugar que corresponde cuestiones que han sido esenciales para el advenimiento de la democracia y para el futuro de la Argentina, en desentrañar la verdad, en establecer un lazo con sus derechos y con el estado, no es casual. Pareciera que uno como intelectual o como artista se adelanta siempre a los acontecimientos. La novela apareció justo cuando tenía que aparecer, ni antes ni después.

La vida, la militancia, de Miguel está tejida por constantes no aceptaciones.

─Es cierto. Su hermano Ramiro es un inocente, un chico que nació con fórceps, esa discapacidad lo hizo más lento de pensamiento. Por eso la madre lo elige a él como su protegido, porque sabe que es el más débil.

Los padres lo entregan a los torturadores, y él tampoco quiere aceptar ese hecho.

─No, no lo puede aceptar porque él no entiende porque no lo eligieron. Ya desde chiquito se siente abandonado, presiente que la protección va hacia el lado de Ramiro, su hermano y que él es el desprotegido por lo menos eso es lo que él siente en el debate con la voz, y gracias a esa voz empieza a comprender que algunas cosas que no son tan así y a establecer una relación muy especial con su padre, que nunca la tuvo, recupera a su papá.

Sus amigos Pablo y Carmín se mueren de manera desgraciada, son muertes que tampoco acepta.

─Miguel con la muerte de Pablo y Carmín hace un luto muy especial. Casi es una especie de consideración lúdica, los ubica en otro lugar. A Pablo lo ubica en una estrella, porque no quiere esa muerte, muerte que lo afecta tanto que se pasa noches enteras en el techo de su casa tratando de visualizar la estrella y se promete no bajar hasta no cruzar una palabra con Pablo. También rechaza el fallecimiento de Carmín, tanto que dibuja una gaviota en un vidrio en un tren para recordarlo, tanto no la acepta que lo vuelve a ver como un fantasma acompañándolo a él. Es decir el no acepta la muerte naturalmente ni la traición tampoco.

La traición es inaceptable para Miguel.

─No aceptar la traición es un signo vital en la militancia, o por lo menos el deseo a no traicionar. Pero es imposible que eso no ocurra en una mesa de tortura y él acepta a regañadientes, dice que delató nombres, que sólo a los clandestinos, que creía que ni siquiera conocía sus nombres verdaderos. Era una excusa para disminuir la culpa que sentía.

Si la militancia continuó su clandestinidad sin el apoyo social fue también por una no aceptación de esa realidad que imponía y finalmente impuso la dictadura.

─La militancia en esa época estaba supuestamente amparada por los partidos políticos. Había militantes radicales, había militantes socialistas, había comunistas del PC y de la Juventud Comunista, había militantes de la ultra izquierda, había militantes Montoneros, había militantes del ERP, había la necesidad de militar muy fuerte por parte de una generación que tenía un condimento intelectual intenso. Te diría que el 90 por ciento de mi generación fue muy lucido.

Uno que la formó fue mi amigo Fernando de Valenzuela a quien yo menciono en el libro como homenaje, como uno de los protagonistas de la militancia, fue secretario de prensa del Partido Comunista español, ahora es el actual traductor de Kundera. El es un ejemplo, pero también hubo otros, abogados o médicos o ingenieros o arquitectos que tenían la intelectualidad a flor de piel, se trataba de toda esa generación embriagada por el auge de la literatura en América: Rulfo, Scorza, García Márquez, De Rokha, Neruda, Cortázar, Arlt, Macedonio Fernández, Girondo, Carpentier, Piglia, ellos eran nuestros líderes.

En la novela hay un intento de reubicar la figura de los escritores que cultivaban un arte estético que no tenían nada que ver con lo social, como la de Lugones que la ubicas donde tendría que haber estado siempre.

─Si, con bastante ironía, sí. También trato de reubicar la de Girondo. Ese pensamiento estético de la realidad fue la nutriente ideológica más fuerte antes de que la militancia cobrara fuerza. Y volviendo al tema de la militancia, los partidos políticos que en ese momento eran parte de esa resistencia. No tuvieron la capacidad suficiente como para proteger la seguridad de esos militantes y todos actuábamos con mucha inocencia, creyendo que el enemigo era algo etéreo, cuando en verdad el enemigo tenía una contundencia física muy fuerte. De hecho, el terrorismo de estado fue concebido por todos los organismos dependientes. Estábamos luchando contra un enemigo realmente muy poderoso, ya no solamente contra las fuerzas armadas, contra todos los organismos dependientes del estado que se pusieron al trabajo de reprimir, contra los grupos de tarea, contra la policía, contra la gendarmería, contra las fuerzas armadas, contra juzgados y jueces, juzgados que se negaban a darte la posibilidad de un Habeas Corpus. Todos los organismos del estado fueron responsables de la represión.

Y de haber instalado otro modelo de sociedad...

─Obviamente. Entonces qué seguridad le podía dar un partido político a un militante. Ninguna. Sólo quedaba que sobreviviera el que pudiera. De hecho, murieron treinta mil. La única moralidad posible era sobrevivir o acaso aceptar una coherencia, una ética de pensamiento, ser capaz de morir por ideales más que ideologías.

Los sobrevivientes que no murieron por sus ideales, porque no les tocó, como vos, no les quedaba otra que luchar desde el arte o desde la política, no sé si reivindicatoria, una lucha que de no llevarse acabo haría que fueras y fueran muertos vivos.

─¡Exactamente!

Como ocurre con muchas generaciones. Tengo familiares que ante la derrota se negaron a sí mismos, se dedicaron a la familia burguesita, se olvidaron de todo. Esa es otra manera de morir y de desaparecer.

─Yo creo que sí, porque cuando a uno le apagan este fuego y deja también de sentir o pretender no sentir está jugando en contra de su propio destino. A los que nos tocó sobrevivir, a los que quedamos en pie, nos toca este camino, yo no conozco otro. Es más no dejé nunca de hacer lo que hago, ni me amedrentaron, ni tampoco me vencieron como decían, porque desde el odio o desde el rencor nada es posible. Yo celebro la vida y lo que celebra Miguel con esta segunda voz omnisciente que puede ser la muerte es una conciencia, es la vida, es su vida, y aún cuando pareciera que esta vencido, el vuelo que inicia Miguel al final del libro es el que percibimos hoy nosotros, aquí, en democracia. Esa es una victoria.

La voz que debate con Miguel es actual, porque la necesidad de debatir es actual. Entre la voz y Miguel hay un diálogo poético. La poesía mediadora entre pasado y presente.

─¿Y qué es la poesía sino eso? Yo creo que la poesía es una mediadora, es un cuento maravilloso entre lo más profundo de un ser humano y su realidad. Cómo explicar esta realidad si no lo haces desde ese lugar. Uno no puede ser un contador o un administrador de pequeños sucesos cotidianos- Uno en todo caso es un testigo y si entendemos que un ser humano tiene como condimento sustancial su espíritu y que ese espíritu percibe esta realidad con dolor, con alegría, o en todo caso con emociones, qué mejor que manera de expresarlas que a través de la Poesía. Yo creo que la metáfora de la palabra, las imágenes, expresan mucho mejor la realidad porque la realidad es esa instancia que golpea nuestra sensibilidad de una manera determinada. La realidad no es los dos pesos que te faltan para el colectivo, esos dos pesos son un hecho disparador, pero lo que te provoca no tenerlos es una tristeza muy profunda y deviene de otra tristeza y de un reconocimiento muy especial de tu propia realidad y de la violencia que implica no tener los dos pesos. No hay otro camino que la Poesía entonces.

Bueno, el otro camino podría ser responder a la violencia con violencia.

─Bueno hay mucha gente que no encuentra este camino y sale a robar, mata a gente por la calle por esos dos pesos o por un par de zapatillas.

¿La verdad existe?

La pregunta lo sorprende. Reacciona:

─La verdad tiene la fuerza del que cree en ella. Si hay un hombre que cree en la verdad, la verdad existe.

Pero la respuesta vino después, cuando, además de firmarme su libro, escribió: “Amalia, la verdad existe en cada uno de nosotros. Sólo resta descubrirla. La vida es laberíntica y debemos encender una luz para atravesarla”. La verdad es alguien que está aquí y conmigo.

Publicado originalmente en La Ventana, portal informativo de laCasa de las Américas, Cuba: http://laventana.casa.cult.cu/modules.php?name=News&file=article&sid=1977

sábado, 21 de junio de 2014

TRES POEMAS INEDITOS DE ALDO LUIS NOVELLI!

noúmeno
 
camino por el muelle
entre hombres oscuros
con capas lluviosas
bajo la luna
y la luz amarillenta de un farol de kerosene
 
 
arrojan preguntas
inefables
al infinito líquido de mil formas/
mientras encarnan sus anzuelos
con trozos de ángeles caídos
o pequeñas sirenas brillantes/
a veces logran sacar de las fauces marinas
estrellas ilusorias arpías basiliscos o grifos.
 
alguno dice haber pescado
un unicornio de agua salada
que tiene clavado en la pared de su pieza.
 
pero todos regresan
noche tras noche
a interrogar al cielo
o discutir con poseidón
por su alquimia personal/
su razón de ser
fuera del mundo cotidiano.
 
todos regresan
una y otra vez
por el gran pez.
 
hasta que la muerte los sorprende
escudriñando la infinitud
en actitud oratoria.

*

la amante más fiel
 
he recorrido bares y bodegones
buscando a la hembra más puta del mundo
y terminé borracho y derrotado
sobre pringosas mesas de madera
(creo que esto ya lo había escrito)
hasta que algún dueño gordo y sucio
o un imbécil matón de barrio
me echaba a empujones y patadas a la calle.
 
a veces me quedaba durmiendo
en la vereda con mis amigos
cirujas, lustrabotas y borrachos
que me invitaban sus diarios como frazadas
y algún bulto de almohada.
 
otras/ golpeando las paredes
regresaba a mi buhardilla
y entre los pocos objetos de la pieza
iba directo a la pecera
la sacaba con esfuerzo
la cargaba al hombro
y me la llevaba a la cama/
para dormir el resto del día
abrazado a sus plateadas escamas.
 
nada como tener una sirena de amante
para que siempre te espere por las noches.-

*




disertación sobre la poesía
 
el afamado poeta había terminado la disertación
estaba cansado
molesto de los cholulos que lo rodeaban
señoras edulcoradas que le decían:
“hermoso señor hermoso”
y eso que había dicho no era hermoso.
 
señores serios que se le acercaban y le espetaban:
“si en el mundo hubiera mas personas como usted
el mundo sería otro”.
estupideces pensó/ puras estupideces
al mundo no lo cambio yo ni ningún hombre solo
al mundo lo cambian hombres y mujeres
que sean capaces de mirarse al espejo
y decidir cambiar su infierno interior.
pero no lo dijo.
 
un joven pelilargo se le acercó grabador en mano
le dijo: “puedo hacerle dos preguntas?”
“claro” le contestó.
 
- qué es la poesía para usted? –
 
- terminar de hablar con usted
irme a mi casa de solitario
servirme una copa de buen vino
beberlo lentamente
abrir la puerta del dormitorio
y encontrar una bella muchacha
desnuda sobre la cama/
que al verla me diga con voz grave y seductora:
“te estaba esperando...”. -
 
- y qué es el amor para usted? –
 
- ir caminando por una playa desierta
y entre los restos humanos que devuelve el mar
ver flotando una botella con un mensaje dentro
levantarla/ sacar el papel y leer en él:
“te sigo esperando...”.-


Aldo Luis Novelli Nació en 1957. Vivió en Challacó, un campamento petrolero en medio del desierto patagónico, Argentina. Es poeta, narrador, ensayista. Ha publicado poemas, cuentos y ensayos en antologías, diarios y revistas de diversa especie. Integró el grupo de poetas ‘Poesía en Trámite’ y el consejo de poetas que conformaron ‘La Casa de la Poesía’, de Neuquén. Edita el plegado de arte y literatura ‘Animal Urbano’. Su poesía se nutre de la noche, los bares en penumbra, el hambre del mundo y la música negra, de allí tal vez la oscuridad de sus páginas. Se considera un utopista escéptico. Editó los libros: “La noche del hastío” Ed. Limón – 2003, la plaqueta “16 poéticas” Ed. Limón – 2004, “Agonistas del Fin del Mundo” Ed. “La luna que” – 2005; “Desierto” Ed. “Llando del Mudo” Córdoba – 2007 y tiene en prensa “Camino Cansado entre cuerpos”. Se editaron dentro del Plan Nacional de Lectura (85000 ejemplares) parcialmente el libro “Mínimo Mundo”. Publicó en las antologías: “Poesía y cuento patagónicos” 3er premio FBPN – 1992, “La Poesía en Neuquén” Ed. Subsecretaría de Cultura del Neuquén – 1993, “Poesía y cuento de la Patagonia” Ed. FBPN – 1994; “La Palabra escondida” Poesía escrita durante la dictadura militar – 1996; “Poesia Neuquina de los 90” Ed. Narvaja Editor – 1996; “Canto a un prisionero” Ed. Poetas Antiimperialistas- Otawa – 2005; “País de vientre abierto” antología de poesía social, Ed. Ediciones Patagonia – 2005; “InSURgentes” antología de las I Jornadas de Literatura argentina en la Patagonia, Ed. Limon – 2005.- “El Verbo Descerrajado” Antología de poemas en solidaridad con los presos políticos de Chile, LOM ediciones -2005. Antologìa “Legado de poetas” Poesía Social Argentina 1956/ 2006 – Ed Patagonia – 2007. Al enviar este poema indicó: "La poesía es un oasis luminoso en medio del desierto. El poema es la sed."

miércoles, 18 de junio de 2014

DUERMEN LOS HIJOS EN LA CASA, poema inédito de Pablo Anadón!!!

DUERMEN LOS HIJOS EN LA CASA

Duermen los hijos en la casa, como
Años atrás dormían, pero en otra
Casa perdida, que ya nadie habita.
Eran niños entonces; son ahora
Jovencitos que llegan de visita,
Se quedan una noche o dos y parten
De regreso a sus vidas, tan ajenas
Como ha de serles ésta de su padre.

Hubo un día en que toda la existencia
Pasada, compartida, se quebró
Como se rompe contra el piso un vaso
Que alguien dejó caer en un descuido.
Sé que ese día se trizó su infancia.

Fue mía aquella mano que empujó
El vaso… Voy al cuarto cada noche
Cuando ya duermen, como en tantas noches
De entonces, los arropo en la frazada
Y me quedo mirándolos un rato
Como si con el gesto y la mirada
Pudiera reparar lo irreparable.


Pablo Anadón nació en Villa Dolores (Córdoba, Argentina), en 1963. Ha publicado, en poesía, Poemas (Colmegna, Santa Fe, Primer Premio “José Cibils” 1979); Estaciones del árbol (Il Nuovo, Vecchio Stil, Córdoba, 1990, traducción al italiano de Oreste Macrì); Cuaderno florentino y otros poemas italianos (Università della Calabria, Rende, 1994); Lo que trae y lleva el mar (Rubbettino, Catanzaro, 1994); La mesa de café y otros poemas (AMG Editor, Logroño, 2004); El trabajo de las horas (Ediciones del Copista, Córdoba, 2006) y Estudios de la luz (Pre-textos, Valencia, 2010). Es autor del libro de ensayos La poesía en el país de los monólogos paralelos. Ensayos sobre poesía argentina contemporánea (Editorial Brujas, Córdoba, 2014) y de las antologías críticas Poetesse argentine (Plural Poesia, Acquaviva Picena, Italia, 1994); El astro disperso. Últimas transformaciones de la poesía en Italia. 1971-2001 (Ediciones del Copista, Córdoba, 2001, Premio de Traducción del Gobierno de Italia) y Señales de la nueva poesía argentina (Llibros del Pexe, Gijón, España, 2004). . Ha publicado en libros, diarios y revistas del país y del exterior, numerosas traducciones de Dante Alighieri, Giuseppe Ungaretti (El Dolor, Alción, Córdoba, 1994, en colaboración con Esteban Nicotra), Vittorio Sereni, Alfonso Gatto, Mario Luzi, Giorgio Caproni, Wallace Stevens, Robert Frost, W. S. Merwin, Boris Pasternak, entre otros autores. Doctor en Letras por la Universidad Nacional de Córdoba, hizo estudios de especialización en la Universidad de Florencia y fue docente durante seis años en la Universidad de Calabria. Actualmente trabaja en Córdoba, en la docencia universitaria y secundaria. Ha fundado y dirige desde 1997 la revista de poesía y crítica Fénix y la colección de libros del mismo nombre hasta el 2012 para Ediciones del Copista y actualmente para el sello editorial Brujas.

viernes, 13 de junio de 2014

EL ECO DE LO NO DICHO, POEMA INEDITO DE OSVALDO SAUMA, CELEBRANDO EL DIA DEL ESCRITOR!!!!!

EL ECO DE LO NO DICHO


nuestra relación nació
de una larga herida
ajena a todo entendimiento

a toda esperanza fortuita
o acercamiento
a los chancees de la vida
y sus dones ocultos

es decir:
sin está herida palpitante
no te hubiera encontrado
en la playa de los náufragos
ni sería hoy
más náufrago que ayer


Osvaldo Sauma nació en Costa Rica en 1949. Poeta y antologista de poesía, ha publicado en este género, los libros:Las huellas del desencanto, 1983; Retrato en familia, Premio Latinoamericano EDUCA, 1985; ASABIS, 1993; Madre nuestra fértil tierra, 1997; Bitácora del iluso, 2000; en prensa se encuentra, Farewell. También ha realizado las antologías: Poesía infantil del Conservatorio Castella, 1986; Antología del Conservatorio Castella, 1990; Los signos vigilantes, antología de poesía ecológica, 1992; Tierra de nadie, antología de nueve poetas latinoamericanos, 1994; La sangre iluminada, antología de seis poetas latinoamericanos, 1998; y Martes de poesía en el Cuartel de la Boca del Monte, 1998. Al decir de Raúl Zurita: «…El desgarrador acento lúcido y devastado que atraviesa cada una de sus líneas donde «Homero y Ulises vuelven a quemar las naves», como se nos dice en el impresionante verso que finaliza Bitácora del iluso, nos evidencia la tristeza de un mundo y de un tiempo que, como ha sucedido tantas veces antes, tampoco ahora llegó a ser. Así, su poema «Recuento», por ejemplo, que recuerda la conmocionada voz de un Ungaretti escribiendo desde las trincheras de la primera guerra, se alza como el verdadero manifiesto de una derrota generalizada. De un descalabro que pareciera inscrito en el corazón de este fin y comienzo de milenio y que cada vez más se presenta, en medio de la estridente fanfarria del mercado, bajo las formas del vacío y del desencuentro. La poesía de Osvaldo Sauma toca ese desencuentro como pocas veces he podido percibirlo. La tristeza implacable, demoledora de sus poemas, como la del mismo Ungaretti, de Kavafis o de Ciorán, es en suma la nuestra, y si ella se alza finalmente como una radical crítica al mundo, a la existencia, a la realidad tal como la hemos venido experimentando, es porque los poemas que la retratan, directos, concretos, tangibles, alcanzan la maestría…»

domingo, 8 de junio de 2014

SIN RUMBO, POEMA INEDITO DEL ADMIRADO Y QUERIDO OSVALDO GUEVARA

SIN RUMBO

Camino atardeciendo
hasta ser un pedazo de crepúsculo.
La sombra entre los árboles
disuelve ya sus pájaros de humo.

Voy junto al río. Saltan
ruidos encapuchados de yuyos.
Florecen luces, lejos,
y no me importa porque voy sin rumbo.

Ha llovido. En el aire
dejó la lluvia sus corpiños húmedos.
Murmura la boñiga
como un enjambre verde por mis músculos.

Tropiezo con las piedras,
frescas tortugas entre el barro lúbrico.
No llevo en los bolsillos
más que mis manos que me pesan mucho.

El agua va a  mi lado
chisporroteando en círculos minúsculos.
Me chistan las luciérnagas
que prolongan el día con sus puntos.

Aún puedo ver mi casa
entre temblores de nostalgia y juncos.
La noche está olfateando
como una loba sus descalzos muros.

Anocheciendo voy. De pronto
dispara un sapo líquidos cartuchos.
Y a una señal, los grillos
Llueven su ardor en clave de nocturno.

Estrellas malheridas
abren el agua con sus hombros puros.
La luna sobre el río
es una balsa de maderos curvos.

Para amar, la penumbra:
llanto en los vidrios y en los huesos júbilo.
Tropiezo con las piedras,
gargantas secas entre el barro lúbrico.

Ya no se ve mi casa.
Cose el silencio párpados de búho.
Honda y dulce mi cama. Está vacía.
Y no me importa porque voy sin rumbo.



Osvaldo Guevara. Poeta, narrador, ensayista. Publicó (entre otros) los poemarios Oda al sapo, La Sangre en armas, Los zapatos del asfalto, Años y prejuicios (antología), Niña Carmen, Sólo Sonetos, Sin pena en la palabra, Siempre deseando verte. Ensayo: El soneto: ese indeseable deseado. La Universidad de Río Cuarto le editó Poemas en verso y prosa. Inventario de una obra completa inconclusa. Declarado Ciudadano Ilustre por la municipalidad de Villa Dolores, donde reside desde 1976. Participó el IX Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires.


miércoles, 4 de junio de 2014

En la zarza ardiente, POEMA INÉDITO DE ENRIQUE SOLINAS QUE BENDICE MI BLOG!

En la zarza ardiente

Desde esta absoluta oscuridad
veo a mi padre despedirse
con esa dignidad propia
de quien conoció
el mundo y lo habitó.

Acompaño a mi padre
en el gesto de su despedida,
en esta vida de hospitales
donde todo pasado es presente
y el futuro
es nada más
que una conversación.

Atrás quedan
los días de la noche,
las palabras
que debían madurar
para ser ciertas;
queda en el camino
la expectativa
de lo que no sucedió,
la verdad de la belleza,
su cuerpo inaccesible.

Pero ahora es el silencio,
el silencio que grita
el silencio
en la voz del bosque.

Pero ahora es el deseo,
el deseo de que el tiempo
vuelva hacia atrás,
cuando el invierno todavía joven
encendía
su lámpara mágica
y alumbraba el camino
de nuestro alegre porvenir.



Enrique Solinas (Buenos Aires, 1969). Es profesor en Letras y Ciencias de la Comunicación y Licenciado en Letras. Desde 1989 colabora con publicaciones de Argentina y del exterior,  es docente y forma parte de grupos de investigación en literatura argentina y latinoamericana (CONICET) y en literatura y mística (SIPLET - ALALITE).
     Por su labor literaria obtuvo varios premios, entre ellos, 1er. Premio Nacional Iniciación Bienio 1992/1993, de la Secretaría de Cultura de la Nación, el 1er. Premio Dirección General de Bibliotecas Municipales de Buenos Aires 1993, Subsidio Nacional de Creación de la Fundación Antorchas, Concurso 1997 de Becas y Subsidios para las Artes, el 1er. Premio Estímulo a la Creación año 2000 de la Secretaría de Cultura de la Nación, el 1er. Premio de Cuento Fantástico 2004 de la Fundación Ciudad de Arena y la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, Mención Especial Concurso Dorian 2007, por la Promoción de la Diversidad y la Cultura, Lima, Perú, la Beca Shanghai Writing Program 2014, etc. Su obra forma de parte de antologías nacionales e internacionales, siendo traducido al inglés, al italiano, al francés, al portugués y al griego.
     Invitado al II Festival Internacional de Poesía de la Feria del Libro de Buenos Aires 2007, al I Festival Internacional de Poesía del Centro Cultural de la Cooperación 2009, al IX Festival Internacional de de Poesía de Granada 2013, Nicaragua, al IV Festival Internacional de Poesía Latinoamericana de Lima 2013, al XXII Festival de Poesía “La Pluma y la Palabra” 2014, Washington D.C., etc. Actualmente su actividad incluye la narrativa, el periodismo cultural, la crítica literaria y de artes plásticas, y la investigación. Es asesor de Ediciones Ruinas Circulares y dirige la Colección Crítica de dicha editorial.

martes, 3 de junio de 2014

POEMA INÉDITO DE AUGUSTO RODRIGUEZ, QUE HONRA MI HUMILDE BLOG!

IV

Los cuerpos que no tienen sustantivo, ni verbo
cuerpos sin tildes, sin errores ortográficos, ni gramaticales
cuerpos que no dicen nada
porque el lenguaje no es nadie en sus lenguas heridas
los cuerpos de uñas largas acarician el rostro de la oscuridad
hasta opacar las señales de sus destinos
es poco lo que hay del otro lado de las palabras
cuerpos, cuerpos, cuerpos, cuerpos, cuerpos
navegan en la conciencia de la historia
                                                     no hay poema que se escriba
desde una felicidad aparente
cuerpos destruidos buscan un lecho donde dormir

un lecho donde morir  


Augusto Rodríguez (Guayaquil, Ecuador, 1979) Periodista, editor y catedrático. Autor de 20 libros entre poesía, cuento, novela, entrevistas y ensayos en prestigiosas editoriales de España, México, Cuba, Perú y Ecuador. Ha obtenido el Premio Nacional de Poesía David Ledesma Vázquez (2005), el Premio Nacional Universitario de Poesía Efraín Jara Idrovo (2005), Mención de Honor en el Concurso Nacional de Poesía César Dávila Andrade (2005), Premio Nacional de Cuento Joaquín Gallegos Lara (2011), Mención de Honor en el Premio Pichincha de Poesía (2012) y Finalista del Premio Adonáis, España (2013). Uno de los fundadores del grupo cultural Buseta de papel. Ha sido invitado a los más importantes encuentros literarios en: Madrid, Ciudad de México, Granada, La Habana, Santiago de Chile, Guadalajara, París, Caracas, Guadalajara, Berlín, Bogotá, Lima, etc. Parte de su obra poética está traducida a diez idiomas: inglés, árabe, portugués, catalán, rumano, italiano, alemán, turco, francés y kannada (India). Editor de El Quirófano Ediciones. Director del Festival Internacional de Poesía de Guayaquil Ileana Espinel Cedeño. 

viernes, 30 de mayo de 2014

ENGARCE, poema inédito de JORGE BOCCANERA QUE HONRA MI HUMILDE BLOG

ENGARCE


a Silvio Rodríguez

La mano que lleva a un niño de la mano, lleva una llave
enciende el fuego al tacto, un sueño y una noche que
niega la hondonada, una en
la otra se aprende a caminar, a respirar.
Y va enlazada a un ramo.

La mano que ha plantado una mano en la suya siente
hundirse un aliento en el agua del día, da confianza de 
manos abrazadas, como el lugar donde se abre lo por decir,
lo por llegar. Y el que conduce es conducido.

La mano que lleva a un niño de la mano da un cuenco un
viento en ese cuenco y un viaje en ese viento donde
estallan banderas de colores y
bestias fabulosas comparten un camino
que comienza en un sitio de manos abrazadas.

La mano que lleva un niño de la mano fue a la cita en un lugar de
robustas memorias donde la mano que traga saliva era 
recuperada de la soledad.
Una en la otra. 
La mano que lleva a un niño de la mano no retrocede nunca.

de "Monólogo del necio" (libro en proceso)


Jorge Boccanera (Bahía Blanca, 1952). Poeta y periodista. Entre sus libros de poesía figuran: "Contraseña", "Los ojos del pájaro quemado", "Polvo para morder", "Sordomuda" y "Palma Real". Asimismo, tiene publicadas varias antologías personales, como: "Zona de tolerancia", "Tambor de jadeo", "Libro del errante" y "Marimba", ésta última editada en Argentina, Uruguay, Cuba, México, Costa Rica y Venezuela. Obtuvo el premio Casa  de las Américas (Cuba), Nacional de Poesía Joven (México), Internacional de Poesía "Camaiore (Italia), Iberoamericano de Poesía "Ramón López Velarde" (México) y entre otros "La Rosa de Cobre" (Argentina). Es autor de estudios críticos sobre la poesía de los poetas argentinos Juan Gelman, Juan Antonio Vasco y Raúl González Tuñón (Argentina), Antonio Cisneros (Perú) y el guatemalteco Luis cardoza y Aragón, entre otros autores.


miércoles, 28 de mayo de 2014

Error, POEMA INÉDITO DE OTONIEL GUEVARA QUE HONRA MI HUMILDE BLOG

Error
Sos el pan más violento de todas mis verdades
Sos como un bello labio envenenado
con el que cuesta tanto sonreír
Sos un país de ríspidos oleajes
un trago de ciento ochenta grados
jilote de la lucidez
dormido talismán jamás premiado
Catequista sin dios
Pobre de vos cadáver que renace
para seguir muriendo
Pobre de vos aborto de la lucha
fuente diseminada de llanto y flechas
¡Intransigente constructor del hombre!

Otoniel Guevara nació en La Libertad, El Salvador, el 10 de junio de 1967. Desde su primer libro de poemas El solar, 1986, hasta Canción enferma, 2009, ha publicado alrededor de 16 libros. Su poesía ha sido traducida a 8 idiomas, publicada en decenas de publicaciones en revistas, periódicos, antologías, muestras colectivas y medios electrónicos de América y Europa. Ha representado culturalmente a El Salvador en 16 países y ha obtenido más de 20 premios literarios. Es presidente de la Fundación Metáfora y director del Encuentro Internacional de Poetas «El turno del ofendido». Su obra ha merecido alentadores comentarios de poetas, críticos y académicos alrededor del mundo. El argentino Jorge Boccanera ha considerado que su poesía «revela una temprana sabiduría que es urdimbre metafórica y ritmo sostenido... En su respiración hay un nosotros íntimo, una conciencia sin alharaca.». El poeta y traductor colombiano Víctor Rojas afirma que «Otoniel Guevara no deja lugar en el cosmos sin tocar. Su palabra escrita es portadora de los grandes desafíos.». La poeta italiana Silvia Favaretto ha escrito que «la poesía de Otoniel Guevara es la venganza del cuerpo sobre la palabra. O mejor dicho, la palabra hecha cuerpo, clave de la sobrevivencia.»